miércoles, 25 de marzo de 2015

LOQUÍSIMO

Si es verdad, tiene una cueva en la que pasa casi mitad de su vida mirando una pequeña
venta naranjada que no tiene horizonte, si no, cuadros consecutivos casi borrosos que
pareciera no comprender por el tiempo que dedica a su contemplación, todas las noches
toma su pasta para no fastidiar con su mundo, hay días en los que suele ser caprichoso y
deja pluses a un lado para vivir su mundo y explicar con cautela a su oyente que un círculo
es cuadrado, que una zapato es un árbol, que las manos son cosmos, que los pies son carros,
que el corazón es un conejo que las palabras tiene color y que sus ojos son charcos porque
está condicionado a vivir como un loco... le contaba esa noche a su amiga la rata que vivía
en el tejado de su casa . Y dice la rata que aquel joven loco loquísimo se robaba su corazón
esquizofrénico todas las noches con el silencio que gritaban sus ojos.

Autor: Jennifer Giraldo Reyes

1 comentario:

  1. Las dos primeras frases del cuento dejan al lector sin ganas de seguir leyendo: es "Sí", con tilde en la i, porque es una afirmación y no un "si" de un condicional. Tampoco es "si no", sino que es "sino", pegado.

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