Cinco a.m., entre odios y suspiros aquel personaje se levanta para comenzar amarga rutina; en su
mente, miles de pensamientos pasan como si se tratase del más voraz ataque enemigo, dejando a
su paso solo un rastro moribundo de desprecio y olvido. “Maldita la vida”, tales palabras salen de
la boca de tan enigmático ser; horrible atmosfera de dolor y muerte rodea a nuestro despreciable
héroe, mientras con dichosa altives se lamenta de una vida por haber.
Cinco y un minuto a.m., aquella criatura muere lentamente, y como si se tratase del olvido
mismo, el tiempo ha decidido rechazarle; Q.D.E.P.
Autor: Sergio Andres Diaz Ariza
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