Cuando
el silencio se apoderó de toda la habitación, Diego se despertó de repente mirando hacia el techo y
observando unas luces de colores que hacían formas y figuras, se preguntó de
donde provenían estas singulares luces estando su casa tan retirada del pueblo;
La curiosidad lo hizo levantarse y salir al patio de su casa, no le tomó mucho
tiempo darse cuenta que había colgado un
adorno afuera de la ventana que daba luz a su habitación, un adorno que había
hecho su hija con fragmentos de botellas
de colores, no recordaba que eso hubiera estado allí alguna vez , lo tomó y
viendo el reflejo de los colores la recordó, una niña de color verde de
nacimiento, todos en el pueblo decían que estaba enferma y que no viviría mucho
tiempo por su condición tan particular,
pero él sabía que no era así, que ella era especial y diferente al resto de la
humanidad, y lo pudo comprobar cuando al pasar algunos años, ella ya muy enferma se sentó con él y le dijo: “anoche
tuve un sueño, volaba alrededor del mundo con tres niños más de diferente color,
hacíamos parte de un hermoso arcoíris, cuando bajamos a la tierra alguien nos
estaba esperando, nos dijo que no tuviéramos miedo, que nos íbamos a separar y
que haríamos parte del mundo porque éste necesitaba más luz y color”, y
recordando esas palabras, Diego, siendo ya un anciano, regresó a su cama y
viendo el reflejo de los colores en su
techo se convirtió en una luz más, haciendo parte de esas hermosas figuras y
siluetas formadas por los colores del arcoíris, viendo a su hija sonreír la
abrazó, y la luz iluminando toda la habitación desapareció lentamente dejando todo
en silencio.
Autor: Omar Bravo
Hay errores ortográficos; principalmente en la puntuación. Al cuento lo habrían venido muy bien varios puntos seguidos, en lugar del exceso de comas. Debes tener en cuenta, además, que luego de un punto y coma no se se usan mayúsculas.
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