lunes, 13 de abril de 2015

¿Y tu papá qué hace?

La primera vez que supe de la Nacional tenía nueve años y estaba en el comando de la policía. Con sorpresa vi que mi papá y sus compañeros se vestían como astronautas. Ante el agite de movimientos y palabras, pregunté qué pasaba. Contestaron: “otra vez los muchachos de la Nacional salieron a la 26”. Desde ese día cada vez que había disturbios en la universidad, en mi casa se prendían velas y se rezaba al Divino Niño para que protegiera a mi papá y a los otros policías. Cuando terminé la secundaria quise seguir estudiando, pero las dificultades económicas en la casa eran tantas que ese sueño parecía lejano. Sin embargo, logré entrar a la universidad y, ya matriculado en la Facultad, oculté a todos el oficio de mi padre, me avergonzaba de él y tenía miedo de que otros se enteraran cuál era su trabajo, así que nunca invité a nadie a mi casa y si me preguntaban ¿tu papá qué hace? siempre decía que el hombre manejaba un camión. Cuando, por cualquier razón, algunos de los estudiantes salían en protesta, se me hacia un nudo en el estómago… Ahora era mi hermano quien vestía de astronauta para enfrentar piedras y consignas. Cuando por fin terminé mis estudios, mi papá se compró un vestido elegante para ir a mi grado, pues fui el único de sus hijos y parientes que realizó estudios superiores. Era la primera vez que él asistía a los predios universitarios sin su uniforme y sin el miedo que siempre lo acompañaba desde que yo ingresé a la Nacional. Cuando leyeron mi nombre para recibir el diploma, el hombre, con sus ojos llenos de lágrimas, se levantó con su brazo empuñado y gritó ¡Que viva la Nacional, carajo!

Por: Gloria Patricia Zuluaga Sánchez

lunes, 6 de abril de 2015

NI POR UN PELO QUERIDITA


Imaginate querida que el otro dia, estaba  entrando al baño de las “frutas”  y sin querer escuche como rapidamente cambiaban de conversacion… mientras yo acomodaba mi bolso y me inclinaba para sentarme en el inodoro. Pero no me sente obvio!!. porque mi madre dice que: las bacterias abundan en los baños publicos, en fin… mientras malabaricamente trataba de orinar me detuve en atender la conversacion de la manzana quien presumia de lo bien que se veia por estar totalmente depilada.

Y sin dudarlo la naranja le contesto que queria verse igual, pero su piel era muy delicada y se irritaba facilmente.

Y pense… como me veria yo, aproveche mi vista. Y si!! Si, estaba bastante peluda,  y me senti mal muy mal…  que horror mi peluche!!, Las muy descaradas  criticaban del horror que es estar velluda… gas!!! que cosa mas antihigienica dijeron… en fin. Cuando las queridas “frutas” terminaron su tertulia y salieron del baño, me decidi a salir con toda mi verguenza a cuestas, doblando por el pasillo de talleres, lo inimaginable… me encuentro con el!! El banano mas lindo y sexy de todo el mundo, me recordo por supuesto la cita que tenemos hoy.  Inmediatamente me vuelvo un manojo de nervios y solo contesto: si mmh… claro que si, con esa belleza de nadador sin pelo que se apura porque va tarde a clase…

Sin pelo, si pelo me grito la conciencia recordandome que tengo que hacer algo al respecto de “aquello”.  Que pensaria mi hermoso banano si se encontrara con mi peluche, no quiero decepcionarlo porque muero por disfrutar de sus placeres. Sin pensarlo mas, decidi hacerlo, he de eliminar mi peluche!! mi jungla de pelo y moralidad,  porque sin duda quiero  ser La kiwi mas lampiña de la fruteria de parmenio.

 

FIN.

Por : Monica Embus Orjuela.