miércoles, 25 de marzo de 2015

La nueva alborada


Esta madrugada al avivar mis ojos bajo el lúgubre resplandor de mayo deesta pequeña villa, la vida me prendó de una incertidumbre  en medio de un día crepuscular presagiado como cualquier otro, confinado de quehaceres en la plaza. Como siempre miles de parroquianos deambulando en busca de un producto o simplemente fisgoneando para recoger información ¡no se para quién diablos! o un par de mendigos en centinela esperando las sobras para rebullir su miserable existencia, quizás un par de señoritas que se roban las miradas por su belleza o tal vez clarividencia, el sonido perenne de monedas a cambio de bienes y  muy de vez en cuando unos  buenos pesos en billete; un nuevo día que lo único inequívoco es lo mismo de siempre, pero bueno eso tú ya lo sabes,me conoces bien. Pues he aquí mi duda, antes de ir a aguantarme que me pidan montosmás miserables por lo que vendo, que no me alcanza ni para unos zapatos de cuero decentes como los del Arschlochseñor Diller:¿Quién eres tú?

No entiendo qué tratas de hacer conmigo, puesto que ignoro tu esencia y umbral  tal vez pasmosos, tu cabeza demasiado pequeña, tu cuerpo  muy descomunal y tus pies que no dejan nada compuesto al pisar; eres sumamente complejo, infinitamentemás de lo que he supuesto y creído hasta hoy, me sumiste en tu río en el que confluyen el héroe, el comerciante y el burgués para formar una sola masa uniforme.En un principio antes de crecer y engordar tanto y ser tan importante para mí, aun cuando eras un escuálido más,tenías sed en unos pueblos y te permitieron beber de sus cisternas unos grandes privados, pero con tu palabrería no sólo lograste beber sinoquedarte, enseñándoles a hacer todo tal cual nunca se había hecho.Tengo el vano presentimiento de que tratas de mostrarme la grandeza con movimientos vertiginosos y cosas novedosas que me mantengan ocupado sin inquietar, en una conjunción de tiempo; grandeza que me subyugue al mural de la historia misma de la humanidad, sin ruta a repatriar a la misma realidad.

No quiero declarar nada más ¡habla!, pues…yo séque mi  desmesurada forma  para escarbar, a partir de lo artificioso,mi asiento social en una subrogación de clases con sed de poder te propicia, pero ¿Crees que tu carrera va a durar eternamente? ¿No te desplomarás rendido de cansancio? Creo que así ocurrirá, te estás sofocando por dentro en tu afán y avaricia, escondiendo una tendencia que aspira a corromperte asfixiándote desde lo más interior;tu cordón umbilical no va más y yo al igual que todos los que te idolatramos nos reinventaremos ante tu caída, para hacer de nuestra necesidad y escasez algo con timón, donde el invento más útil y menos adelantado de todos los conocimientos se piense.


-Despiertay roe, es sólo curiosidad para ovejas descarriadas saciándose retraídas, helo ahí en tu plato.

Autor: Luis Miguel Perez Montoya

2 comentarios:

  1. Es un vago intento por descubrir la esencia del capitalismo.

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  2. Descalificado, eran máximo 300 palabras.

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