Había
una vez una vez, que como ves, vestía su vicio viscoso y virulento. Vivía vivaz
y bienhechora, buscando bosques vascos y vacíos, visitando veredas y barrancos,
bebiendo vinos en bohemia, burlándose de vivos y bobos, entre otras vicisitudes,
aquella vez vivió de venturas.
Una
vez esta vez, aburrida de las veces viles en las que su busto voluminoso le
vacilaba con un bailesito, decidió visitar un biólogo vacuno, quien, viendo un
caso tan vacano, volvió al baño y se hizo la vasectomía. Varios boleros sonaron
mientras esta pobre vez esperaba a su biólogo, de repente un borracho vino
desde el umbral del barrio, “¡Vaya vaya!, ¡Veo veo!” vociferó el bucólico;
viró, bostezó, balbuceo, vómito y murió.
De pronto vuelve el biólogo, voleándose una bola,
valeroso y vivaracho con aire de avispado, pero apenas vislumbra la vida que no está, el bullebulle que tenía,
toditico se le va. Vino el bombero, un violinista, un volquetero y el esbirro, y
con algo de vergüenza, empacaron al bebido. Basculante lo llevaban, y con una
voltereta encajó en la camioneta. “Vaya barzón” pensó la joven vez, que esta
vez, a su vez, se fue de una vez ¿Cómo la ves?
Autor: Manuel Alejandro Salazar Gomez
Original.
ResponderEliminarExcelente cuento, muy bien redactado, debería de ser el ganador. Att la novia
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