¡¿Dónde estoy?! ¿Qué está pasando? ¿Qué hago en la sala? Claramente me había
levantado, aun dormido, caminé sin notarlo. Reaccioné con una extraña sensación de
estar hablando con alguien. Me preguntaba que sucedía, no lo comprendía. Volví a mi
cuarto, miré el reloj… son las 3am. Me acuesto en mi cama. Hubo un silencio
misterioso, el ambiente traía consigo un estado oscuro. Mi hermano grita desde su
cuarto, es desgarrador, como si su alma fuera arrancada. Grita inconsolable, pienso en
ir y mirarlo. Me arrepiento. Los gritos paran después de un rato. Miro el reloj… son
las 4 am. Vuelvo a dormir, un despertar tétrico me recibió.
Es domingo, la noche pasada no fue un viaje acogedor. Algo pasaría, lo podía sentir en
el aire. El día es pesado y abrumador. El cielo se postra negro. No lo había hecho
desde hace varias semanas. Llega la noche, y un intento más de dormir en paz.
Abro mis ojos… la sala. Había vuelto a este lugar sin notarlo. Alguien se encontraba
conmigo, había hablado con este ser. Podía olerlo, pero mis ojos me engañaban. ¡¿Qué
está sucediendo?! – pensaba mientras volvía en mí. Caminé a mi cuarto, miré el reloj…
las 3am. Me acosté intentando conciliarme en mi miedo. El silencio se apodero del
lugar… ¡AHHHHHHHHHH! Los gritos de mi hermano. Intente ignorarlos. El tiempo
se encargó de silenciar el lugar. Mire el reloj… las 4am. Cerré mis ojos, dormí.
La luz del día penetrando la ventana incomodó mis ojos… sonó el teléfono. Una voz
temblorosa y llorona se escuchó…
– Hijo mío.
– Madre, ¿Qué sucede?
La voz temblorosa y llorona de mi madre se apodero de ella en un inconsolable
anunciamiento.
– Es tu abuela. Ha muerto.
Colgué el teléfono.
Viniste por nosotros abuela… y te quedaras con nosotros.
Autor: Fredy Hernan Ordonez Perez
Que buen suspenso, y un final impactante que en pocas palabras, da cuenta de una trama completa que caracteriza al cuento corto. Felicidades y mucha suerte !
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