miércoles, 25 de marzo de 2015

Las flores y los niños.

Es la historia que ocurrió en un jardín de flores, allí convivían algunas variedades, una de
ellas era aparentemente la menos bella del jardín, su color era de un morado insípido, poco
sobresaliente, sus compañeras lucían un amarillo intenso, brillante, más llamativo que el
mismo oro.

La flor morado vivía muy triste por lo que las otras flores decían, cosas como que ella era
una vergüenza para el jardín, que debería ser flor de otro lugar. Por ello poca agua tomaba y
prefería estar marchita antes que seguir siendo rechazada.

Pero un día cualquiera unos niños que pasaban cerca del jardín se enamoraron de esa flor
morada en vez de las amarillas, los niños vieron que era la más frágil y que requería mayores
cuidados, por tanto comenzaron a regarla con agua todos los días, propicio para esa época en
la que comenzaba el verano. Los niños solo podían agregar un poco de agua de una bolsa que
traían desde su casa. Así sucedió durante varios días y esa flor morada se comenzó a poner
muy hermosa, grande e hidratada, mientras que las amarillas, en otros tiempos las más bellas,
ahora estaban comenzando a marchitarse a causa del fuerte calor y la escasez de agua.

La flor morada al ver ello sintió compasión por sus compañeras y una noche se salió de su
tierra, arrastrando sus raíces se trasladó al lado de la flor más enferma de sed. Allí enterró sus
raíces y parte de su tallo. Al día siguiente los niños llegaron con la bolsa de agua para regar
la flor morada y como ésta estaba sembrada tan cerca a la flor amarilla, también ella se
benefició del agua y se salvó, a los pocos días volvió a ser tan hermosa como en tiempos
anteriores.

Esa flor amarilla entendió lo que la otra flor hizo por ella, así que se lo agradeció, le pidió
perdón y aprendió una gran lección para siempre.

Autor:Pablo Andres Ruiz Rios

No hay comentarios:

Publicar un comentario