Había una vez un niño tronco, solo podía rodar para alcanzarnos a todos, era el
más rápido aunque no tenia pies y tampoco manos.
El año pasado cuando teníamos once el intento besarme, estábamos mirando
el parque de la cuadra, yo me enfurecí tanto y lo empuje tan duro que rodo
hasta el barrio contiguo por la calle, me fui con los ojos llorosos de la rabia para
la casa y al ver a mi mamá se lo conté aun agitada, pensé que iba a felicitarme
por tener carácter como ella me decía, pero no, ella salió corriendo al teléfono y
llamó a emergencias, luego llamó a la mamá del niño tronco y salió disparada
para la calle a buscarlo, me pareció muy raro... me fui detrás, a la distancia lo
vi, había parado en las bolsas de la basura de la esquina, mi mamá dice que le
sirvieron de colchón y por eso él no se murió.
Autor : Melisa Andrea Alzate Cardona
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